Sombra, dulce sombra, cómo te busco en la noche, en las arenas dormidas, en la luz, en tu reproche. Sombra, si vienes a ver, verás junto a la luz, y una gaviota viajera te hablará de mi fortuna. Mi mundo vive de noche y no le teme a los vientos; vive buscando tu sombra y la dulzura del tiempo. Sombra, dulce sombra, la gaviota está cansada y en el puerto del silencio mi voz te llama angustiada. Sombra tranquila y callada, te busco, casi dormido, en la tristeza del árbol y en mi corazón herido.