(Canción de estrado) Lo mismo que el fuego fatuo, lo mismito es el querer que huyes y te persigue, le sigues y echa a correr. Nace en las tardes de enero cuando aprieta la calor y va corriendo por los campos en busca de un corazón. Lo mismo que el fuego fatuo, lo mismito es el amor. Malaya el corazón triste, que en su fuego quiso arder. Lo mismo que el fuego fatuo, lo mismito es el querer.