Cuando una tarde salí a recorrer mi país me entusiasmaba el cantar del pueblo donde nací. Llevaba cuatro reales y un perrito turquí, el vuelo de la paloma quedaba detrás de mí. En el norte los mineros me mostraron sus heridas, me contaron de la noche que traga vidas y días. "Dura es la suerte minera" dije a mi sombra y lloré cuando una tarde salí a recorrer mi país. Allá en el valle central cosechan los compañeros abundancia, privaciones: para el patrón lo primero. "Qué triste ser campesino, cuidador de otras grandezas", grité una tarde y salí a recorrer mi país. En el sur los estudiantes levantan también las voces. Han cambiado los libritos por cosas que se conocen. "Qué hermosa será la patria con juventudes triunfantes", pensé una tarde y salí a recorrer mi país. Allá en el extremo sur, en la Antártica chilena, cuidando su territorio los compañeros esperan. "Que mineros y estudiantes, campesinos y patrones, pongan sus corazones en una justa balanza", canté una tarde y volví de recorrer mi país.