(De "La magia más vieja" (1970)) Si alguien pregunta por mí digan que estoy trabajando y que no puedo volver si no termino el trabajo. Ando las calles mojadas, abro los ojos al viento. Mi corazón habla y canta cuando en tu mesa lo dejo. Yo nunca tuve medallas, mi corazón no las quiere. Sólo tengo una mañana y la camino de frente. Ando la ruta del alba como un oficio de proa. Voy a la boca del hambre porque a tus hijos devora. La boca del hambre tiene largo colmillo de sombra. Hay que romperle los dientes con la guitarra de proa.