Te esperaba a la hora del sol... y era triste pensar que quizá faltarías, pero no... estabas allí... ¡qué alegría escuchar que también tú reías! La campana sellaba el colegio, te alejabas del grupo sonriendo y era envidia, tal vez... era envidia saber que otra niña moría de amor. El zanjón lo cruzamos a veces y tu mano temblaba en mi mano... sin pensar que se estaban muriendo los sueños de ayer... tu sueño, mi sueño y todo el pasado... Era blanca tu espera en la tarde: delantal que apretaba en mi brazo... sin pensar que los años, acaso nos hieren igual, y en ti moriría... aquel delantal. Me entregabas tus libros y yo... sin saber ni entender daba vueltas sus hojas en las que... hallaba el clavel y la frase de ayer: "no querré nunca a otra..." Pero el tiempo borró aquel colegio, el zanjón se perdió lejos... lejos... y fue triste, tal vez... fue muy triste saber que no fuiste ni fuimos los dos...