Un hombre leproso se acerca a Jesus meditando Es tanta la pena que lleva por su enfermedad He oído que sanas a muchos sin nada cobrarles He oído que haces el bien donde quiero que vas Por eso te ruego que escuches, mi humilde plegaria Si quieres señor, limpiame Quiero, quiero, quiero sanar tus heridas Quiero sanar tus heridas calmar tu dolor Quiero, quiero, quiero que tu tengas vida Quiero sanar el pecado de la humanidad De pronto un poder muy extraño recorre su cuerpo Y no encuentra otra cosa que hacer mas se pone a llorar Sus manos de ayer eran sucias ahora están blancas Curadas han sido por ese poder celestial Por eso si tu mi hermano te encuentras enfermo Ten fe mi Cristo esta aquí el te quiere sanar