Por tu amor olvidé lo más sagrado y en la cruz de tu pecado yo quedé crucificado. Fue tu amor un puñal envenenado, si hasta el mango lo has clavado sin tenerme compasión. Garra que desgarra fue tu beso, que me duele todavía, y a pesar de todo yo te nombro siempre, siempre, en mi agonía. Por tu amor yo sufrí lo más horrendo pero te sigo queriendo, siempre, siempre, más y mas. Un infierno fue tu amor donde el alma me quemé y viví desesperado si en tus besos he dejado mil pedazos de mi vida. Por tu culpa, nada más, ya quede sin corazón, pero igual he de quererte porque sé que ni la muerte me arrancará de tu amor. Vuelve, aunque me mientas, necesito tus caricias y tus besos. Aunque cada beso me envenene y me arrastre hasta la muerte. Ya lo ves, siempre igual te estoy llamando y mi amor te está esperando aunque sos mi perdición.