Su amor, como el agua entre los dedos ya lo siento que se va... Su amor, porque sé que de perderlo siento y algo más... Qué angustia, que terror, que duele hasta sangrar lastima sin piedad mi vida. No sé qué se sufre en el infierno pero debe ser igual... Martirio es pensar que de mi vida más se aleja cada día cada día más y más... Suplicio, es tenerla aquí presente y saberla tan ausente si comprendo que se va... Si ahora que la tengo sufro tanto sabe Dios qué enorme espanto, sentiré, cuando no la tenga más. Mi amor, es más fuerte cada día, cada vez la quiero más... Su amor, cada vez está más frío, sin ternura, ni ansiedad... Qué pena tan brutal, tormento sin final clavado tengo aquí en el alma. No sé, qué se sufre en el infierno pero debe ser igual.