A veces me pregunto, qué es lo que espero de usted Si sé que ante lo bruto, no pensaría y partiría con él Debe ser que se trata de optimismo, el mismo Que se tiene al creer que un foco negro pudiera iluminar A veces me pregunto, por qué le sigo cantando Si sé que mis canciones van a desaparecer En sus cortos sentidos y su ausente criterio Puede ser, que sea yo el responsable De sentir que estoy gastando cantos De creer que estoy siendo escuchado Puede ser Después de todo, nadie me obligó A confiar que usted entienda esta canción A esperar que salgan rosas del pasto A veces me olvido que yo aprendí a distinguir Entre quien quiere y quien no quiere escuchar Se me olvidó también que para empezar a andar No basta ver que uno se detuvo Hay que desear mover los pies A veces me pregunto, qué es lo que puedo encontrar (Hay otras que dudo que valga la pena, si quiera, buscar) En la nada, en corazones con precio ¡Hasta dónde vale la pena esperar! ¡Qué es lo que hará, que abra los ojos y decida ver! ¡Y no es optimismo, ni se trata de infructuosidad Porque Bien sé que cuanto más molesta aquello que el espejo muestra Más se habla, más se suele reprochar!