Raúl Lavié

Mirame Y No Me Toques

Raúl Lavié


Se conocieron en uno de esos pastos urbanos,
Entre apretujones y copas vacias,
Donde se cuecen las mentiras de primera mano
Y las vanidades de bisuteria.

El era un consumado artista del ojeo
Midiendo la noche desde su atalaya.
Resistiendo los envites de los mirares ajenos
Hasta que le echaban humo las pestan~as.

Cuando ella respondio al torniquete de su mirada
Con el navajazo de sus ojos negros,
El se dio cuenta que la vida le regalaba
Una compan~era para sus juegos.

Fue un inquietante romance
Que solo el aire llego a acariciar...
Aprendieron a citarse
Manteniendo el riesgo del azar...
Buscando sin encontrarse,
Buscando sin encontrarse.

Mirame, mirame.
Mirame y no me toque, pero mirame.
Mirame y no me toques, pero mirame.

Se verian en un solar abandonado
Siempre que lloviese a las tres del dia.
Irian al futbol, cada uno por su lado,
Y con los prismaticos se rastrearian.

Acabarian por frecuentar los funiculares.
Uno el de subida, el otro el de bajada
Y mirarse a los ojos a traves de los cristales
En el breve instante en que se cruzaran.

Hasta que un dia el experto artista de la mirada
No tuvo bastante con palpar la niebla.
Quiso ser menos polaroid y mas almohada.
Tuvo un mal momento y rompio las reglas.

Y le ofrecio la aventura
Vulgar del enredo en un cuarto de hotel.
Amor no es literatura
Si no se puede escribir en la piel.
Pero ella no llego nunca.
Pero ella no llego nunca.

Mirame, mirame.
Mirame y no me toque, pero mirame.
Mirame y no me toques, pero mirame.

Cuentan que se quedo atascada en un semaforo
Con la vista fija en un militar.
Y que, a pesar de los insultos y los bocinazos
Fue incapaz de arrancar.

Se conocieron en uno de esos pastos urbanos
Que estuvieron de moda la otra primavera.
Es muy probable que aun los veas deambular por la ciudad
Buscandose los ojos por las aceras.