Perdona, hermano mio, si te digo que ganas de escribirte no he tenido. No se si es el encierro, no se si es la comida o el tiempo que ya llevo en esta vida. Lo cierto es que el zoologico deprime y el mal no se redime sin carin~o. Si no es por esos nin~os, que acercan su alegria, seria mas amargo todavia. A ti te ira mejor, espero, viajando por el mundo entero, aunque el domador, segun me cuentas, te obligue a trabajar mas de la cuenta. Tu tienes que entender, hermano, que el amo tiene de villano: al no poder mandar a quien quisiera descarga su poder sobre las fieras. Muchos humanos son importantes silla mediante, latigo en mano. Pero volviendo a mi, nada ha cambiado aqui desde que fuimos separados. Hay algo, sin embargo, que noto entre la gente parece que miraran diferente. Sus ojos han perdido algun destello como si fueran ellos los cautivos. Yo se lo que te digo, apuesta lo que quieras que afuera tienen miles de problemas. Volver a la naturaleza seria su mayor riqueza. Alli podran amarse libremente y no hay ningun zoologico de gente. Cuidate, hermano, yo no se cuando, pero ese dia viene llegando.