El corazón del hombre herido guitarrero Está de cara al llanto rumbo del vino enfermo Sangre de copla triste mudo tiempo sin tiempo La piel de su guitarra hembra pechos de abeto Encordada de niños desdobla los silencios Si con la carne firme acaricia sus dedos Y va soñando versos como sangrando vida Y con la paz violada de sus manos vacías Sale a buscar la sangre de su patria escondida Y va por los obrajes talándose por dentro Con el fuego del hambre de la raíz al centro De su mujer preñada de amargos desencuentros Habrá de ser poeta con mil latidos menos Con mil palabras mustias al llegar el invierno Secándose los hijos y las hojas del huerto Pero no ha de caerse por ese Sol secreto Que cultivan airosos los campesinos nuestros A contraluz del odio en la olla de fierro Este cansado potro que va por los desiertos Arriándonos la sangre con un destino ciego Sabe que hay un camino con los brazos abiertos Y va por los obrajes talándose por dentro Con el fuego del hambre de la raíz al centro De su mujer preñada de amargos desencuentros