Me disparé a mí mismo, no sé cuántas veces Y malherido, sigo andando, sigo en pie Porque a su lado esquivo el fuego de la muerte Porque en su llama quemo el ansia de mi ser El hospital que habita en mí tiene su nombre Es la receta, el mar, el viento, la canción Cuándo descubro que me alejo de su norte Al sur la encuentro disparando en mi renglón De cada paso destino, en la deriva el timón La luz que aprieta el gatillo de mi voz Llámame loco por quererla a ella Por oír los gritos de este corazón Es la rebeldía de su libertad Es su piel, su verdad, su arañazo feroz Ya no me importa que nadie lo entienda Quién es el culpable, quién se equivocó La única que sabe de esta soledad De este amor inmortal que nos mata a los dos La eterna lucha del corazón y la mente Toda la furia tatuada piel con piel Es el narcótico, la rabia que nos puede El libro abierto que me inspira sin leer Es el desastre dónde encuentro el equilibrio La margarita que deshoja mi niñez Es la prisión dónde más libre me he sentido El fugitivo que se muere por volver De cada paso destino, en la deriva el timón La luz que aprieta el gatillo de mi voz Llámame loco por quererla a ella Por oír los gritos de este corazón Es la rebeldía de su libertad Es su piel, su verdad, su arañazo feroz Ya no me importa que nadie lo entienda Quién es el culpable, quién se equivocó La única que sabe de esta soledad De este amor inmortal que nos mata a los dos Cómo la quiero yo Tan loco, tan loco, tan loco