Si el aullido te sumergiera En la tormenta Suplicaría de tus inviernos La mejilla rota y el corazón Deja que el labio del amor Sane el pecho tan mordiente Mientras un Gran Danés del verano Moja tu latido, palpitante, palpitante Luego vendrá la calma La noche desierta Donde se encuentra una brisa Suave y fragante De manzanas, de manzanas Luego vendrá la calma La noche desierta Donde se encuentra una brisa Suave y fragante De manzanas, de manzanas Y tú, supino pájaro de las grutas Verás alzarse el ojo de las mieles Y todo será a la sombra Y todo será en calma Y solo queda la noche Ay de los vencidos, Carla!