La tarde agonizaba La noche se aproxima De un templo, las campanas Llamaban para orar Cuando una joven triste De rostro demacrado Con gesto resignado Se inclina ante el altar Hay un profundo dolor Y en su palidez mortal Sus ojos dicen claros Que lloran sin cesar Ruego Por el hombre que yo quiero Dice Con amargo sinsabor Ruego Por su vida que es mí vida Reza Está plegaria de amor Ruego Por el hombre que me has dado Ruego Por quién no podré olvidar Lloro Porque ahora me lo quitas Para Toda una eternidad