(Bolero) Recuerdo el muelle opaco, mi pecho como fragua, una nave inflexible flotando en el hechizo de las luces que giran sobre el fulgor del agua amarga y tierna de este feroz Valparaíso. Recuerdo tu silueta parada sobre el puente, y me recuerdo solo y desecho en el asfalto con una red de surcos rompiéndome la frente y el corazón quebrado por tu luz desde lo alto. Recuerdo tu pequeño pañuelo tiritando, como un pájaro herido sangrando en pleno vuelo, y tu intensa y secreta mirada contemplando el derrumbe infinito de mi alma bajo el cielo. Te recuerdo entre cuernos de neblina gimiendo, y otra vez tu pañuelo y tus dos ojos zarcos, y la rabia incansable de mi cuerpo rugiendo al infame horizonte donde mueren los barcos.