(soneto lxvi de "cien sonetos de amor" - 1959) No te quiero sino porque te quiero Y de quererte a no quererte llego Y de esperarte cuando no te espero Pasa mi corazón del frío al fuego. Te quiero sólo porque a ti te quiero, Te odio sin fin, y odiándote te ruego, Y la medida de mi amor viajero Es no verte y amarte como un ciego. Tal vez consumirá la luz de enero, Su rayo cruel, mi corazón entero, Robándome la llave del sosiego. En esta historia sólo yo me muero Y moriré de amor porque te quiero, Porque te quiero, amor, a sangre y fuego