Y tú que te creías el rey de todo el mundo y tú que nunca fuiste capaz de perdonar que cruel y despiadado de todo te reía, hoy imploras cariño aunque sea por piedad. A dónde está tu orgullo a dónde está el coraje porque hoy que estás vencido mendigas caridad ya ves que no es lo mismo amar que ser amado hoy que estás acabado que lástima me das. Maldito corazón me alegro que ahora sufras que llores y te humilles ante ese gran amor. La vida es la ruleta en que apostamos todos y a ti te había tocado nomás las de ganar. Pero hoy tu buena suerte la espalda te ha volteado fallaste corazón no vuelvas a apostar.