Cada hoja que cae cada flor al volar me duelen son pequeños pedazos que se van desprendiendo de mí son comienzo y ocaso vida y muerte en ciclos de abril. Veo en tus ramas brotar el afán de crear mi sueño y en tu tronco vital la certeza de no abandonar tu función principal en el patio que me hacer vivir. Ay mi jacarandá cuando llegue el final qué palmera te va a contemplar qué buganvilla te va a bendecir desde los ojos que lloran por ti. Cuando vea que te vas mi dolor crecerá como un réquiem para compartir vida y amores que me hicieron feliz ramas y flores que te hicieron sentir.