Me levantaré en la mañana Y recogeré mis cosas Sin decir nada Sin decir nada Sin pensar en nada En silencio, iré hasta la puerta Te veré dormida por última vez O tal vez estés despierta Y no digas nada Y no digas nada Sobre los dos o sobre el tiempo No, no tendrás ni un pensamiento Mientras cierro la puerta No te sentirás como muerta No pensarás por qué me voy Porque los extraños nunca se dicen adiós Caminaré por el pasillo Por la ciudad, por el andén Y fumaré un cigarrillo Una vez sentado en el tren Ni siquiera recordaré tu voz Ni se me partirá el corazón No pensaré por qué me voy Porque dos extraños nunca se dicen adiós Y será ya vieja la tarde Y vos recién te vas a levantar Y a recomenzar Tu vida de siempre una vez más Y tal vez hasta llames a tu hombre Pero nunca te equivocarás de nombre Tal vez hasta llames a tu hombre Sólo para escuchar su voz Sólo para recordar quién sos Y nunca sabrás adónde estoy Ni si alguna vez sueño con tu amor Porque los extraños nunca se dicen adiós