Vuelvo, vuelvo a tu lado herido y maltratado por el mal; comprendí que si me alejo amarguras sólo habré de hallar. Vuelvo buscando alivio en esos brazos tibios todo amor, donde vos con tus caricias a mi vida darás calor. Ya nunca jamás dejaré el remanso azul de tu querer, que hoy sin odios ni rencores cual amor de mis amores permanece fiel y tierno como ayer. Ya no partiré tras quiméricos senderos de ilusión, pues, aquí, junto a tu lado en el nido que he dejado sé que está la dicha ansiada por mi amor. Vuelvo, vuelvo a tu lado en donde un pecho amado he de hallar; ya deshecho todo orgullo sólo busco en donde descansar. Nada, nada ya quiero si hallé el más bello cielo en mi hogar, donde sé que un gran cariño, siempre mío, me alentará.