Tengo que hablarte de amor repentinamente Quédate un rato Quédate a inspirar otro verso sin garabatos Uno único, cínico, verdaderamente franco Uno tuyo, mío Uno que conmueva; esté intacto ¡Uno irrepetible como tu nacimiento! Uno que contenga los dos Tengo que hablarte de amor irremediablemente Quédate un rato Mira que está ya maduro No sea el caso Que de quieto, que de quieto Se quede sin verbo Que lo lleven, que lo lleven En sus picos los cuervos Que de noche me espían los huesos Que no quede un recuerdo siquiera Tengo que hablarte de amor Quédate un rato Ésta es tu casa