Acodado en la mesa frente al sitio vacío Despertaron mis tristezas una mañana de frío Y rondaban espectros por mi mente Como nubes de incienso mal oliente Que turbaban mi razón Y reían mi presente Las hordas del tiempo vendrán a buscarme Cruzando el infierno del espejo evocador Y dándome a beber del elixir del olvido Calmarán la sed que por años me agobió Y ya no soy el mismo desde que has partido Por la senda oscura de lo inexplicable Ya cansado y viejo y algo detestable Aguardo en soledad Y el olvido me cegó con su vaso de licor Y el olvido me cegó Y el olvido me cegó con su vaso de licor Y el olvido me cegó