De un corazón nacieron dos semillas, dos frutos, dos vidas que hay que vivir. Y un viento fiero las arremolina, separa las sendas que han de seguir. Y se va cada cual a buscar su verdad, y la duda o la fe van creciendo con él, encendiendo su edad. Cada cual camino, cada cual su destino, cada cual su verdad, cada cual por su rumbo, deshaciendo o haciendo cada cual su final.