No pienses más en cambiar esta tristeza mía. Déjala así como está, que está tranquila secándose al sol, al sol que está de fiesta casi siempre en mi oídos, para parecerse un poco al polvo del camino y dejarse llevar por una brisa leve, ahora está húmeda y nada la mueve, me queda pegajosa en las paredes. No pienses más en cambiar esta tristeza mía. Déjala así como está, que está tranquila.