Tú eras una mujer Que miraba hacia la pared de enfrente. Yo era un hombre que se asombraba De aquello que ocurría. Tú eras una mujer Que pedía de mí guardar silencio Yo era un hombre Que hubiera pedido perdón por estar vivo. Tú eras una mujer Que buscaba papeles en su bolso. Yo era un hombre Que necesitaba café por las mañanas. Tú eras una mujer Que arrastraba sus parques, sus amantes Yo era un hombre Afilando a diario el cuchillo de su vida. Tú eras una mujer Que soñaba con un amor eterno. Yo era un hombre Que fue tu esposo, soñando ser tu amante. Tú eras una mujer Aferrada con fuerza a sus principios. Yo era un hombre También aferrado con fuerza a sus principios. Tú eras mucha mujeres En una mujer, un jeroglífico. Yo era un hombre, No una línea recta sobre una hoja en blanco. Tú eras una mujer Y no eras nada más que eso. Yo era un hombre, Nada más que un hombre Y nada más que un hombre