Narrador: Amante y amada de nuevo, entre escalas menores de lluvia se besan, quisieran partir, no existe el miedo no hay cadenas de tristeza; miran tras de sí, el mundo es suyo... Él: Son sueños de hiedra los que enredan tus cabellos Los gráciles velos que olvidaste en mi lecho, De tu última danza, solo queda lejanía... Ven... (Me abrazas, me besas, te quedas, te marchas...) Ella: No puedo estar siguiéndote ¿A dónde vas? Él: ¿Dónde quieres ir? Ella: Yo contigo Él: El fuego es mi latir Ella: La lluvia el mío Él: Rechaza a tu dios Ella: No puedo dejarle morir Él: Ménade! Ella: Amante! Ella: Sé que eternos son tus ojos No hay engaño en tus palabras La huella de tus dientes es la ausencia de tus llamas Desgarren mi alma para poder guardar la tuya (Me abrazas, me besas, te quedas, te marchas...) El fuego que eterno arderá, vámonos ya...