Era como ver el sol sin gafas puestas La luz brillante anunció la hora nueva Los patios gimieron de horror Cuando tu ventana estalló Entonces tu voz se apagó Capuchas no entran aquí, se irá la niebla Paciente sabré esperar a que amanezca Entonces termina el temor Lavando tu cara estoy yo Sabremos cómo caminar La tierra nos va a cobijar Pájaro astuto aquel que oímos trinar Brasas que queman no llegan a este lugar Cuando todo sea blando Cuando todo sea blando Una muñeca cruzó sus manos, seria Cansada de respirar, cedió sus perlas En su rostro vimos a Dios Jadeando su alma entregó Clavado en su corazón, el porvenir La luz intensa cedió sin darnos cuenta Un viento suave del sur besó tus piernas Despacio, todo se calmó Un ave en tu mano brotó Y así fue que todo acabó