El espejo percudido refleja la miseria La decidía engatusó Esta vez es sórdido el anzuelo: -Sonríe amablemente- ¡¡Mientras con sed incrusta su aguijón!! “Lo peor de conocerse es saber engañarse” La rabia nunca es dócil Por más que la mires dulcemente - ¡Contagia! ¡Enferma! - Maneja con sencillez el arte de convencer Mientras puedas oír en el vientre de la tormenta El aleteo de la fé (la que no sabe de derrotas) No le escatimes aire, mucho menos, impulso a esa braza Es que siempre será ella la que no cese ante el temblor El sabor de sentirse visitante, en los ojos Donde siempre fuiste local ¡Darlo todo es jugar de un modo transparente! ¡¡Mientras con sed incrusta su aguijón!!