Un día no tiene horas Un milenio no tiene años Allí no existe lo pasajero Y la hermosura no tiene concepto Los días claros y el sol no alumbra Donde la muerte es una utopía Se escucha un canto el coro de ángeles Pero una voz no se conforma Fue el canto de un corazón obstinado Melodía tan dañina como la mentira Fue el canto de un corazón obstinado Condenado a olvidar aquel amor sin medida Las nebulosas parecen nostalgia Mantos que relatan la peripecia Y las estrellas ubicuas contemplan Sabiduría sin sabor a soberbia Fue el canto de un corazón obstinado Melodía tan dañina como la mentira Fue el canto de un corazón obstinado Condenado a olvidar aquel amor sin medida Fue el canto de un corazón obstinado Melodía tan dañina como la mentira Fue el canto de un corazón obstinado Condenado a olvidar aquel amor sin medida