Refugio tierno de los pájaros que en tus ramas posan sus nidos huyendo de otras selvas frías vacías de tus hermanos queridos. Fresco es el manto de tu sombra en los cálidos veranos íntima cuna donde pienso fuente viva de mi canto. Los años acompañan nuestro tiempo insinuando lo que habrá de ser cuando un día me vaya con el viento seguirás vibrando en cada amanecer. Aquella noche huracanada temeroso de tu quejido sin vacilar ni pensar nada te abracé mi viejo amigo. Del exterminio de los tuyos la tierra está tan herida pulmón y savia del planeta verde esperanza de la vida.