No todos los que confiesan ser cristianos son de veras Pues lo que dicen con su boca luego sus hechos lo niegan Y en el más leve fracaso o en la más enérgica prueba Demuestran que son soldados sin valor y experiencia Porque el cristiano que es cristiano se nota a las veinte leguas Cuando todo le va bien o cuando no levanta cabeza Siempre le verás gozando en medio de la tormenta Está bien fundamentado, no hay problema que le mueva En medio de la tormenta el alma No pierde esperanza cuando vive confiada Y en Jesús se fundamenta El alma no se desespera Lucha, lucha y no desmaya Sacas fuerza de flaqueza Entre los que son auténticos y los que solo aparentan La diferencia es muy grande, la distancia es gigantesca Hay cristianos que son de oro y en el fuego lo demuestran Mientras que otros solamente son bisutería cualquiera Porque el cristiano que es cristiano se nota a las veinte leguas Cuando todo le va bien o cuando no levanta cabeza El otro por el contrario, en su boca solo hay queja Uno está sobre la roca y otro está sobre la arena En medio de la tormenta el alma No pierde esperanza cuando vive confiada Y en Jesús se fundamenta El alma no se desespera Lucha, lucha y no desmaya Sacas fuerza de flaqueza El cristiano verdadero es semejante a la palmera Que cuando soplan malos vientos romperse ya pareciera Que cualquiera que le esté viendo pensaría de igual manera Pero quedaría perplejo viendo ya pasar los vientos Viendo ya pasar los vientos y ella, permanece esbelta En medio de la tormenta el alma No pierde esperanza cuando vive confiada Y en Jesús se fundamenta El alma no se desespera Lucha, lucha y no desmaya Sacas fuerza de flaqueza El cristiano verdadero