Paloma, ¿de donde vienes? Vengo de San Juan del Río. Cobíjame con tus alas Que ya me muero de frio te abriga con mis alas ¡pobre pichoncito mío! Mas vámonos luego, luego, para mi San Juan del Río. Paloma, ve con violencia dile a mi amor que me aguarde, que sufra y tenga paciencia, que he de volver, aunque tarde. Si fuera tinta, corriera, si fuera papel volara, si fuera estampilla de oro en ese sobre me fuera. Los higos y los duraznos en el árbol se maduran y los ojitos que quieren desde lejos me saludan. En Guaymas tengo una rosa, y en Hermosillo un clavel y en la estación de Rosario tengo todo mi querer. Cuando naranjas, naranjas, cuando limones, limones; chatita, cuando te bañas; muy tres piedras que te pones. ¡Bonito San Juan del Río! ¿por qué eres tan engreidor? Será por tanta muchacha que tienes a tu alrededor. .