Enseñados desde niños, a odiar por odiar de la forma más sútil Todos somos su engranaje En la Torre de Marfil se deciden los destinos Desde arriba cada ser Es movido por sus hilos Somos actores En el teatro del odio En un mundo de invidentes Mudos, ciegos, sordos Ciudades sombrías Cementerios de hombres vivos Crematorio de pasiones Arrastrar vidas vacias