Recuerdos que se me van de mi mente a otro lugar, suenan como el canto y una canción desesperada que se unen para volar... y a saber, y a saber, y a saber dónde irán. Es como una estrella que poco a poco se pierde, para nunca brillar sin saber dónde está su amor, ¿dónde está aquel lucero? Aunque sepa los caminos no volveré a verte porque sé, que la muerte, me acecha desde Córdoba, me acecha desde Córdoba.