Quisiste controlar al viento Reinaste hasta en el pensamiento Traicionaste con mucho más que un beso Cuidando siempre de ocultar tu erección Hasta la esperanza ha perdido la fe Quien entierra el odio, es quien lo disfrazó Y ahora vienes a hablar, no existen palabras Que reparen el daño que marcó la piel No hay ley que te condene Pero el infierno es para ti Tantos lloraron por tu juego ¿Y aún te atreviste a esconderlo? Ahora que la máscara ha rodado ¿Recuerdas la misericordia? Y ustedes lo encubrieron Ustedes lo permitieron Hijos de puta, hijos de puta ¡Hijos de puta! Y cada noche oiré tu sinfonía de lamentos Y con ella me arrullaré, sabiendo que has visto el infierno Hijos de puta, hijos de puta ¡Hijos de puta!