No te aflijas: La belleza volverá a regocijarte con su gracia La celda de la tristeza se convertirá un día En un jardín cercado lleno de rosas No te aflijas, corazón doliente: Tu mal, en bien se trocará No te detengas en lo que te perturba Ese espíritu trastornado conocerá de nuevo la paz No te aflijas: Una vez más la vida reinará en el jardín en que suspiras Y verás muy pronto, ¡oh, canto de la noche! Una cortina de rosas sobre tu frente No te aflijas si no comprendes el misterio de la vida ¡Tanta alegría se oculta tras del velo! No te aflijas si, por algunos instantes, las esferas estrelladas No giran según tus deseos, pues la rueda del tiempo No siempre da vueltas en el mismo sentido No te aflijas si, por amor del santuario, penetras en el desierto Y las espinas te hieren No te aflijas, alma mía, si el torrente de los días Convierte en ruinas tu morada mortal, pues tienes el amor