Miras las naves llegar con el corazón temblando y echas los sueños al mar esperando y esperando. Pasa otra luna y ya ves, sólo tu alma se ilumina, y un recuerdo en la vieja cantina va mordiéndote otra vez. Cantinera, cantinera, desde el puerto hasta el figón hay un gusto en la ribera de tu vino y del buen ron. Mesonera del tiempo, la ausencia y el mar, otra vez volverás a soñar. Cantinera, cantinera, canta y brinda en el figón, con tu copa milagrera y embriaga tu corazón. Miras las naves partir con el corazón sangrando y tu ilusión ves morir esperando y esperando. Vuelve otra luna y el mar siempre el mismo se ilumina y te queda en la vieja cantina un rincón para soñar.