Presupuestos del rencor bien definidos Sueños pequeños y posibles pisoteados Por ambiciones enormes e insaciables Una soledad de membresía hereditaria Puebla las calles. Formar parte inevitable Del gentío nos termina volviendo solitarios Y dentro de mi mochila, se rememora lo incumplido El temor ya no es vivir poco, sino demasiado Somos vidas deshabitadas, viviendo Junto a otras vidas deshabitadas Los que se llaman soberanos no se arrogan La autoría de la soberanía de la injusticia Las frías cenizas de hoy, ayer fueron sueño Y dentro de mi mochila, un galeón fantasma A veces me avergüenzo de ser hombre El título nobiliario de homo sapiens es Un acto plenipotenciario de injusticia Vientres pariendo sueños oscuros observan La exhibición clandestina de un falso Esplendor en el zoológico del tiempo Y dentro de mi mochila, el tiempo contado La melancolía es un rostro áspero pisando los Talones al insomne en madrugadas lluviosas Somos aquello que olvidamos olvidar Se muere la vida tras las negras ventanas Del tiempo perdido. La omisión y la culpa Son gotas anónimas que empañan el retrovisor Y dentro de mi mochila, un laberinto hecho de espinas Demasiados píxeles para tan poco para ver Demasiados decibeles para oídos hartos de mentiras Demasiada velocidad para almas sin destino Demasiados tiempos verbales en bocas expertas en denigrar Demasiados engaños a bajo costo y muy bien publicitados Demasiada realidad sonrojando a la ficción Y dentro de mi mochila, desconsuelo Enormes urbes cosmopolitas envuelven a miles De minúsculos peces que de a ratos, y solo De a ratos, realizan acciones de seres humanos Los pulmones de esta esfera giratoria cargan Enormes cantidades de hollín, azufre Nitrógeno, telediarios y melopeas Y dentro de mi mochila, metáforas humedecidas