Mariano Torrent

Afuera Es Jueves

Mariano Torrent


Afuera es jueves, y una voz anónima
Completa la tercera decena
De los misteriosos luminosos

Afuera es una gota de saliva
Del cielo, el caos parsimonioso
De la vida consagrada al incordio

Adentro es cualquier otro día con sabor
A tedio, vergüenza, escepticismo
A universo de semblantes manchados

Adentro es contar las sílabas, arrojar
Otro soneto a la basura, previo
Rictus de mandíbula descalza

Afuera la certeza termina de
Expulsar la última lágrima de la tarde
Con su estado de ánimo en suspenso

Afuera, un timón hecho de arena
Encalla un corazón decomisado en
Un muelle de resacas perseverantes

Adentro, sintaxis del silencio
Heredad abrupta de lo inútil
Primavera de huesos doloridos

Adentro un par de manos tristes
Arrojan un expediente contra
El fuego de la chimenea

Afuera, la nostalgia se derrumba
Imparcial, herética, minuciosa
Monótona pero nunca intransigente

Afuera un café tibio se derrama
Sobre un manuscrito plagado
De errores de ortografía

Adentro, un eco con reloj atrasado
Se pregunta a que hora se siembra el
Azar en los días con desaliento

Adentro, tos y tiempo son circulares
Se repiten, se deshacen, resucitan
Sin flores ni frutos, todo es atardecer

Afuera el agua aprende a callar ausencias
En un mediodía de llaves invisibles
Y aspecto borrosamente circunspecto

Afuera es una hoguera de proposiciones
Apodícticas que no cumplen su
Cometido de desterrar el frío

Adentro, ocho de cada diez uñas
Tienen espinas debajo, y una
Historia enredada que no se deja llorar

Adentro, las horas se suceden como
Dinastías malditas; florece inefable
La pena hincando su mirada en lo incierto

Afuera es una sombra pequeña y aislada
Pretendiendo atenazar lo inabarcable de
Un firmamento de oscuras transparencias

Afuera, tarde de adultos sin adultos
De poemarios con ceguera, de ciudades
Oscilando entre el cinismo y la orfandad

Adentro, letras de humo alternan
Entre el abrazo y la vergüenza
Maniatando con tinta una metáfora

Adentro una piel absurdamente
Joven contiene un corazón que
Se retuerce coloreando su tristeza