Tu mano se hace amiga de mi cuerpo en un vuelo a Madrid, desprevenida a más de nueve mil metros de altura olvido mi cordura, doy paso a mi locura Sellamos un pacto de silencios... planeamos encuentros sin promesas nos despedimos como dos extraños me llevo tus secretos de regalo. Al reencontrarnos... un paraíso para los sentidos tu boca , mi alimento preferido tu cuerpo , amalgamado con el mío al reencontrarnos... El sexo, el mejor premio recibido tus ojos , tan negros , tan morenos una autopista que me lleva al cielo. Me duermo custodiada por tu abrazo, tus sueños se mezclan en los míos eterno conocido de otras vidas y en esta vida tan desconocido. Y no sé si olvidarte o extrañarte pero vivo un romance al recordarte te espero y en la orilla de tu cuello tengo un refugio de mar y besos.