El señor Jorge Garrido Escribano de gobierno Bajo el busto de la Patria Vió pasar más de un invierno Vió mandar más de uno al cuerno El filósofo escribano Piensa que los juramentos Como a las hojas de otoño Siempre se los lleva el viento O quizás un regimiento Bombas y comunicados No le alteran nunca el gesto Él inscribe en la historia Al funesto y al depuesto Y al que ponen de repuesto Él está firme en su puesto Ante páginas tachadas Y en el fondo de su almita Piensa que no somos nada Que uno se hunde y otro nada Al señor Jorge Garrido No lo asustan los cañones Él anota, firma y tacha Pero nadie lo depone Nuestras felicitaciones