No siempre seré el poeta del dolor, y no habrá mas lagrimas en mis noches eternas; Y este fuego consume miles de velas; Mis versos no se escribirán mas con la sangre que emana de la herida de mi tristeza, que emana de la herida de mi maldita tristeza, y antes de que mi último aliento se enamora. A pesar de que tras ello el viento cesará, y la carne de los huesos del mundo arrancará. Cuando el tiempo deja de existir; Cuando ya no queda esperanza, cuándo no hay deseo de vivir, es hora de buscar a dios.