Siempre se pierden las mismas palabras Y cuando aparecen no se que decirte. Si vives la vida a dos palmos de suelo De acuerdo no corras, prosigue tu vuelo Tu luna menguante, la astucia y la rabia Quererte y odiarte y los días de lluvia Perdimos el turno de nuestra partida, que nunca termina, hoy se hace infinita. Y yo, y yo, no me entenderé aunque lo intente. Y yo, y yo, inocente o culpable de nada soy Extraño el silencio que esconde señales Y guarda el secreto de dos corazones. Quedaron heridas, testigos, razones Quedaron las rimas de nuestras canciones. Y yo, y yo, no te entenderé aunque lo intente Y yo, y yo, inocente o culpable de nada soy Las letras, un muro, recuerdos y amores Y aquí sigue el tuyo gritando tu nombre. La vida no es fácil, eliges, decides yo no Soy un mártir pero no me olvides. Y yo, y yo, no te entenderé aunque lo intente Y yo, y yo, inocente o culpable de nada soy. Nada es para siempre. Nada es para siempre. Nada es para siempre. Nada