La tierra estaba vacía, no había bosques ni lagunas Los dioses que caminaban eran el Sol y la Luna Ambos desearon la vida, crecieron pastos y flores Los animales pequeños los salvajes bramadores Y ¿Quién podría cuidarlos? Dijeron sabios los dioses Fue entonces que así crearon sus nuevos hijos, los Hombres Gracias al Sol y a la Luna, que poblaron las llanuras Gracias a la vida grande que nos hizo nacer Hombres Pero un día de repente, algo al Sol le sucedió Sus rayos ya no brillaban su luz no daba calor El hombre miro hacia el cielo, y en el firmamento vio Un puma alado atacaba con sus garras al gran Sol “Puma de alas y furia, deja tranquilo al Dios Sol” El hombre le tiró flechas y el puma alado cayó En la furia del espíritu, la tierra allí se secó Y la Luna tiró piedras hasta que al fin lo cubrió Así crecieron las sierras, piedra por piedra en Tandil Y la flecha en lo más alto con una piedra partil Ruge la tierra profunda mueve la piedra en lo alto Baila la sierra en la piedra y el Hombre canta su canto Gracias al Sol y a la Luna, que poblaron las llanuras Gracias a la vida grande que nos hizo nacer Hombres