Los sueños de un mañana se desvanecen No es tiempo de imponerme tu voluntad Eres como telarañas Que me atrapan, que me engañan Quiero que me dejes de una vez en paz En tus manos sólo hay frío No merezco tanto hastío A tu lado ya no puedo respirar Tormentos y sudores sobre mi espalda Tus manos ya no alivian tanto dolor No me hables de ese tan sublime amor No me pidas más perdón Libérame de ese oscuro ser que habita en tu voz