Algo pasó, algo no sirvió y ahora somos tierra seca de la nada. Hasta ayer pude ver sobre mi volar perfectas ilusiones que ahora tiñes de gris. Y no hay más caminos, no hay más destino. Se me hace imposible respirar No quiero rendirme y escapar Sufro una soledad que nos puede ahogar. No hay más caminos. Nacimos en la tierra donde nunca es tiempo de reaccionar. Puedo esperar el juicio divino pero ya sé que mi ángel se ha ido. No hay religión, promesa o silencio que nos pueda parar. No nos podrán callar.