Rompiendo una congoja Con un suspiro lerdo, Una esperanza muerdo Tal vez cansado de tanto odiar. Y frente a tu recuerdo Que a mi destino te ata, Mi vida se desata Y este rencor me hace temblar. ¿para qué te adoré si tu corazón Albergó para mi sólo compasión? ¿para qué, decime, me finjiste Un amor que no sentiste? ¿para qué, con qué fin te portaste así Si al final, tarde ya, tus mentiras vi? ¡no sabés cuanto rencor te guardo Pa' tu mal, dentro de mi! Sangrando por la herida Que abriste en mi destino, Prosigo mi camino Sin rumbo fijo, muriéndome. Mi pecho, mientras tanto, Una esperanza unida, Tal vez la misma vida Será tu juez, vengándome.