¡Nadie duerma! ¡Nadie duerma! Tampoco tú, oh Princesa, en tu frío cuarto miras las estrellas que tiemblan de amor y de esperanza... ¡Pero mi misterio está encerrado en mí, mi nombre nadie sabrá! sólo cuando la luz brille (Puccini:No, no sobre tu boca lo diré,) Sobre tu boca lo diré temblando) (Puccini: ¡cuando la luz brille!) Y mi beso romperá el silencio que te hace mía. Su nombre nadie sabrá... ¡Y nosotras, ay, deberemos, morir, morir! ¡Disípate, oh noche! ¡Tramontad, estrellas! ¡Tramontad, estrellas! ¡Al alba venceré! ¡Venceré! Venceré!