Había una vez, un pastor que en un banco Hablaba con Dios, a pesar de no verlo Nadie veía, ellos no entendían Por qué él creía en cosas que no existen Después de un sermón Nadie se inmutó No perdió la fe Nunca se rindió Él rezó y pidió Nada consiguió No perdió la fe Nunca se rindió Yah (1, 2, 3, 4) ¿Crees en cosas que no existen? Había una vez un niño que en un parque Jugaba a ser niña, se llama Alicia Todos reían nadie entendía Sus ojos veían cosas que no existen Y ella insistió Nadie comprendió No perdió la fe Nunca se rindió Y ella se mostró Sola se quedó No perdió la fe Nunca se rindió Yah (1, 2, 3, 4) ¿Crees en cosas que no existen?